Científicos del CONICET y otras instituciones académicas, articulados a través de la Red de Seguridad alimentaria del CONICET, publicaron recientemente una evaluación sobre los riesgos de contraer trichinellosis en Argentina a partir del consumo de carne y subproductos de cerdo, como embutidos y salazones.
“Si bien el parásito se encuentra ampliamente distribuido en animales de todo el mundo -con excepción del continente antártico-, Argentina tiene una gran cantidad de casos año a año en comparación con otros países”, señala Fernando Fariña, investigador del CONICET en la Unidad Ejecutora de Investigaciones en Producción Animal (INPA, CONICET-UBA) y uno de los coordinadores del grupo ad hoc de la RSA que llevó adelante la evaluación.
“En Argentina, la trichinellosis es una de las enfermedades parasitarias de transmisión alimentaria que mayor impacto tienen en la salud pública. Si bien, Buenos Aires Córdoba y Santa Fe son las provincias más afectadas, en los últimos diez años hubo un aumento en la distribución de la zoonosis en todo el territorio nacional”, explica Viviana Randazzo, profesora e investigadora en la Universidad Nacional del Sur (UNS) y también coordinadora del informe.
“Entre las variables que más impactaron en la probabilidad de enfermar por el consumo de cortes de carne de cerdo, la dosis consumida fue la más relevante, mientras que en embutidos y salazones, el único factor que mostró relevancia sobre el riesgo de enfermar fue el tiempo de almacenamiento de estos productos”, señala Fariña.
Nota completa: https://www.conicet.gov.ar/evaluan-las-posibilidades-de-contraer-trichinellosis-a-partir-del-consumo-de-distintos-productos-porcinos/